¿Cual es uno de los mayores anhelos del ser humano?

Por Omar y Olguita

8 de octubre de 2025

Sentirse Escuchado: El Anhelo Más Humano

Cuando cursaba mi certificación como Coach Ontológico, allá por el año 2014, escuché algo que me dejó profundamente impactado:
“Uno de los mayores anhelos del ser humano es sentirse escuchado.”

Jamás me lo había imaginado.
Nunca lo había pensado con esa solemnidad, con ese peso de verdad que esa frase trajo a aquel momento de mi formación.

Entonces hice un breve recorrido mental por todas las veces en que me había sentido realmente escuchado… y por las ocasiones en que yo había escuchado a otros, primero como terapeuta vivencial en adicciones y más tarde como life coach.
Y comprendí algo poderoso:
cada vez que me permitía abrirme frente a otro, no solo sentía que me quitaba un peso de encima…
me sentía valioso para el otro. Me sentía importante.

De hecho, reflexionando más profundamente, eso mismo es lo que siento cuando canto:
me siento valorado, admirado…
y nuevamente, importante.

Cada vez que presto mis oídos para escuchar y acompañar a alguien, puedo ver en sus ojos una necesidad inmensa: la de liberar aquello que ha estado guardado en el pecho y atascado en la garganta, esperando poder salir a la luz…
Y cuando finalmente lo hace, algo cambia.
Lo que antes era un secreto que avergüenza, un miedo que paraliza o una tristeza que pesa, se convierte en alivio.


Un día me pregunté:
¿De dónde habrían sacado semejante afirmación?

Me puse a investigar y descubrí que, si bien esa frase exacta no tiene una referencia histórica clara, existe una muy cercana atribuida a William James, filósofo y psicólogo del siglo XIX–XX, quien escribió:

“El principio más profundo del carácter humano es el anhelo de ser apreciado.”

Quizás, en algún momento, alguien que vivió una experiencia de conexión genuina —una de esas conversaciones que nos marcan— encontró que “ser apreciado” y “ser escuchado” eran, en realidad, casi lo mismo.
Tal vez un psicólogo recién graduado, después de una sesión extraordinaria en la que sintió gratitud profunda de su paciente, recordó aquella frase de James y, sin darse cuenta, cambió la palabra “apreciado” por “escuchado”.

Y tiene sentido… ¿verdad?


Porque cuando alguien nos escucha de verdad, ocurre algo que va mucho más allá del simple acto de oír.
Hoy la ciencia lo confirma: investigaciones recientes demuestran que “sentirse escuchado” reduce la soledad, fortalece los vínculos, aumenta la sensación de valor personal y hasta mejora la salud emocional.
Las personas que se sienten escuchadas experimentan mayor empatía, menos defensividad y una apertura más profunda hacia el cambio y la conexión.
En las relaciones —de pareja, laborales o familiares— ser escuchado es sentirse visto, comprendido y respetado.

Por eso, querido lector, te invito a reflexionar:

¿Cuándo fue la última vez que te sentiste realmente escuchado?
¿Y cuándo fue la última vez que escuchaste con el corazón, sin interrumpir, solo para entender?

Quizás ahí, en ese silencio atento y presente, se encuentre una de las formas más humanas del amor.


Sentirse escuchado no solo alivia: transforma.
Es el puente invisible que une nuestras historias, nuestras heridas y nuestras esperanzas.
Escuchar —de verdad— puede ser el regalo más grande que le demos a otro ser humano…
y también a nosotros mismos.